Ser bajita es algo complicado. Voy a confesarte mi estatura, pero sólo te la diré una vez, pues es algo que no suelo decirle a cualquiera, así que considera que te tuve confianza. Mido 1,55 y créeme, las cosas se pueden poner difíciles. Mirarse al espejo no es sencillo, y luego están las dificultades de ir al supermercado y querer alcanzar artículos que están colocadas muy alto, por no hablar que siempre parezco la más joven de mi grupo de amigos, sólo porque estoy más bajita que ellos. De mi hermano menor ni hablo, le gano por tres años, pero él está mucho más alto que yo.
Si tú, al igual que yo, mides menos de 1,60, seguramente te sentirás identificada con las siguientes imágenes:
La gente siempre quiere saber exactamente cuánto mides… 🙁
Y como si eso no fuese suficientemente malo, en general te responden: ‘Ah, mi hermano menor mide lo mismo que tú’
Esto es lo que pasa cuando vas a la piscina con tus amigos e intentas seguirlos
Lo peor es que cuando dejas que la gente alta haga las cosas, pasa esto…
Y después te dicen: ¡Pero no pensé que fueses TAN bajita!
Cuando tu edad tiene muy poco que ver con tu estatura
¿De verdad me estás diciendo Hobbit?
El clásico problema de la lavadora…
Sentarse bien siempre hace que tus pies queden colgando
Los pantalones siempre te quedan así
¿Por qué ponen todo tan arriba?
Lo que tienes que hacer si no quieres morir de hambre
Y lo peor es cuando tienes que hacer esto en el supermercado
Siempre pareces ser la más joven de tu grupo de amigos, pero es sólo por la estatura
Esto es tan real que duele
Eso sí, lo bueno de ser pequeño es que tienes mucho espacio disponible…
Aunque sigo sintiendo que hay otro un mundo allá arriba que sigo sin conocer
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