En el mundo occidental estamos acostumbrados a tener una vida relativamente cómoda. Si queremos satisfacer nuestras necesidades básicas, sólo tenemos que acudir a una tienda de abarrotes o a un supermercado y listo, asunto arreglado. Este es el caso del agua. En nuestros países, comprar una botella de agua es tan fácil como ir a la tienda y pagar una cantidad accesible por ella, pero muchas veces no estamos conscientes de que en otros países la gente tiene que recorrer kilómetros para conseguir un balde de este vital líquido.
Con el fin de concientizar a la gente sobre esta problemática, una sala de cine se prestó para dar lugar a una inspiradora campaña. El objetivo es que la gente valore los servicios que tiene a su disposición, como el acceso al agua limpia y bebible, y que comprenda que en otros lugares la gente sufre por la falta de este líquido. Y, sobre todo, que todos podemos ayudar a cambiar esta situación.
Antes de comenzar la función, a los asistentes se les regaló botellas de agua. Estas tenían una característica particular: eran imposibles de abrir. La gente luchaba por abrirlas y pronto muchos comenzaron a molestarse; de pronto, en la pantalla de la sala apareció algo que dejó a todos sorprendidos:
Esto sucedió en un cine de Hollywood…
Las botellas de agua fueron entregadas a los espectadores…
Entonces se dieron cuenta de que era imposible abrirlas…
Pero antes de que tuvieran tiempo para alegar…
Se mostró una proyección en la pantalla y todos entendieron el mensaje.
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