La estatura de las personas nos dice mucho más de lo que creemos. Es un índice de los estándares de salud, saneamiento y nutrición de la población de un país. Un equipo de investigadores estudió las tendencias de crecimiento de 187 países desde 1914 hasta 2014 y concluyó que la altura promedio de un país refleja su prosperidad. El estudio se tituló ‘A Century of Trends in Adult Human Height’, fue elaborado por 800 científicos de NCD Risk Factor Collaboration, y contó con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con los reportes, los países con las personas más altas y más bajas del mundo son:
Hombres más altos del mundo:
Holandeses, con una media de 1,82 metros
Mujeres más altas del mundo:
Letonas, con una media de 1,70 metros
Hombres más bajos del mundo
Los de Timor Oriental, con una media de 1,62 metros
Mujeres más bajas del mundo
Guatemaltecas, con una media de 1,49 metros
En el estudio se demostró que varios países incrementaron significativamente sus estaturas medias a lo largo de las décadas. Generaciones de individuos que eran más bajas dieron paso a generaciones más altas. Pero, ¿a qué se debieron estos cambios?
Fernando Artalejo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los investigadores del estudio, explica: «la genética influye, pero la nutrición adecuada, la educación, las buenas condiciones de vida y la prosperidad económica son los que logran que los sujetos alcancen la máxima talla que permite su genética».
Países que han experimentado un incremento sustancial en su media de estatura son Irán, con 16 cm en los hombres, y Corea del Sur, con 20,2 cm en las mujeres. Sorprende, por otro lado, que en países potencia como en Estados Unidos el crecimiento en el periodo estudiado haya sido solamente de 5 cm, mientras que en China, un país de crecimiento económico exponencial, la media de estatura haya aumentado en 11 cm.
Por si fuera poco, los investigadores afirman que ser alto tiene ciertos beneficios para la salud que los bajos no tienen, por ejemplo, una mayor esperanza de vida y un menor riesgo de padecer enfermedades cardiacas.
Así que, si la altura de las personas refleja su salud personal y además la salud social y económica de su país, sólo podemos esperar que sigan creciendo más y más con el paso del tiempo.