¡Cuidado con los sprays nasales! Podrías volverte adicto y dañar tu nariz de por vida

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Una nueva forma de adicción está alarmando a los médicos de México y Latinoamérica: la adicción a los sprays nasales. ¿Qué tipos de sprays? En el mercado hay una buena variedad, entre ellos, los aerosoles de agua de mar, los cuales resultan inofensivos para la salud de la persona, y sirven para limpiar las fosas nasales. No, nosotros nos referimos a aquellos aerosoles que contienen una sustancia activa llamada oximetazolina.

¿Qué es la oximetazolina?

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Es un fármaco que pertenece a la familia de los medicamentos simpaticomiméticos. Según el sitio MedlinePlus, “actúa haciendo más angostos los vasos sanguíneos de los conductos nasales” y “se usa para aliviar las molestias nasales del resfriado, las alergias y la fiebre del heno. También se usa para aliviar la sinusitis (congestión e inflamación de los senos nasales)”.

En pocas palabras, unas aspiradas de oximetazolina cuando andas taponeado y te permite respirar a gusto, según la indicación de la ficha técnica del medicamento, hasta por 12 horas.

En México, el nombre comercial más conocido de esta sustancia es Afrin, en sus diversas presentaciones (como Afrin Lub y Afrin No Drip), pero ya existen marcas genéricas que puedes encontrar prácticamente en cualquier farmacia del país.

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Afrin nació como un producto del grupo Bayer, y originalmente sólo estaba disponible por prescripción médica, ya que desde un inicio se conocían sus efectos adictivos, pero por alguna extraña razón (ni tan extraña, si nos ponemos a pensar en los intereses comerciales de la empresa) en 1975 el medicamento se puso en venta libre en las farmacias.

No tendría nada de malo que a alguien se le haya ocurrido inventar un medicamento que te destapara la nariz y te permitiera respirar libremente (qué bendición, ¿no?, pues todos sabemos lo horrible que se siente no poder respirar cuando está uno resfriado), pero el problema aquí es que, como todo medicamento, este tiene efectos secundarios, y estos son un tanto delicados para la salud del usuario.

En primer lugar, tenemos el llamado “efecto rebote”. ¿En qué consiste? Es muy sencillo: el efecto de las aplicaciones dura cada vez menos, y, además, una vez que ha pasado el efecto descongestionante, la nariz se te vuelve a tapar, lo que provoca que te vuelvas a poner las gotas, cada vez con mayor frecuencia. Esto se vuelve un círculo vicioso, de ahí que provoque adicción. Ya no es el resfriado el que te taponea la nariz, es el mismo medicamento el que, por efecto rebote, te congestiona, por lo que te tienes que volver a “colocarte” para descongestionarte de nuevo, y así sucesivamente, hasta que, cuando menos te das cuenta, ya estás enganchado. Este fenómeno los médicos lo han llamado rinitis medicamentosa.

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En segundo lugar, por si fuera poco, el uso continuado de la oximetazolina puede llegar a dañar los cornetes de tu nariz de por vida, lesionándolos severamente. Esto se ha observado en personas que llevan más de 10 años usando el medicamento. En algunas personas con aproximadamente 5 años de uso, se han dado casos de disminución de la capacidad olfativa. Hay reportes de personas que llevan hasta 40 años usando el producto, diciendo que han tenido que gastar una buena cantidad de dinero en los botes de oximetazolina y cuya calidad de vida ha disminuido enormemente debido a la dependencia del medicamento.

La nota del medicamento advierte que no se debe usar por más de tres días, pero nuestra recomendación es que no se use en absoluto, pues todos los usuarios adictos que hoy nos podemos encontrar comenzaron con tres días y de ahí pasaron a meses y años.

Como dato curioso, la actriz Kaley Cuoco, del programa The Big Bang Theory, fue adicta a la oximetazolina durante varios años, hasta que tuvo que someterse a un tratamiento quirúrgico para dejarla.

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Si tú te encuentras enganchado a la oximetazolina, te recomendamos acudir a un otorrinolaringólogo para que te digas cuáles son los pasos a seguir para dejar tu adicción.