Cuando viajas en avión y tienes que atravesar los controles de seguridad del aeropuerto, ¿no te pasa que te sientes bastante incómodo, como muy nervioso, llegas a tener sudores fríos e incluso ligeros temblores corporales? Pues déjame decirte que es probable que padezcas el síndrome del delincuente. Y no, no es que te guste andar cometiendo ilícitos en los aeropuertos, es simplemente que te disgustan y te ponen de nervios las molestias por las que tienes que pasar cuando te cachean, pues sientes como si te trataran como a Osama Bin Laden. Tú estás muy contento dispuesto a tomar el avión que te llevará a tu destino (pensemos en unas vacaciones, por ejemplo), en tu maleta llevas todo conforme al reglamento, no hay motivo para sentirse nervioso y sin embargo no puedes evitarlo.
El Observatorio de Vuelos, un proyecto de Mirayvuela.com, elaboró una encuesta a más de 1,500 usuarios habituales del transporte aéreo para saber cuáles eran sus experiencias en torno a los controles de seguridad de los aeropuertos. Resulta destacable que un 26% de los encuestados afirma que la peor parte del viaje estriba en el registro de los líquidos en el equipaje de mano, los molestos cacheos que te hacen los agentes de seguridad privada y la obligación de quitarse los zapatos para pasar por los arcos de seguridad. Mientras un 26% consideró esto la peor parte del viaje, un 36% aseguró sentir al menos muchos nervios y malestar, sumando un total de 62% de los encuestados quienes posiblemente padezcan el llamado síndrome del delincuente.
En cuanto a la frecuencia de los cacheos, el 9% afirma sufrirlos casi siempre que vuela, un 30% en más de tres ocasiones, y hasta un 86% dice haber sido registrado de pies a cabeza al menos en uno de sus vuelos.
Pasar el equipaje de mano por la cinta es otra de las situaciones que generan mucho estrés en los pasajeros, sobre todo porque las medidas de seguridad se han vuelto muy estrictas con los líquidos y el volumen de los recipientes. El 50% de los encuestados dijo haber tenido que deshacerse al menos en una ocasión de una o varias pertenencias, lo cual, desde luego, les generó bastante molestia. Otra cosa que les molesta es no saber cuál será el destino de los objetos que les confiscan. La mayoría de los encuestados opinó que el personal del aeropuerto se los queda para su uso y disfrute, un 35% cree que son desechados, un 5% piensa que los reciclan y solamente un 2% tiene la esperanza de que sean entregados a alguna organización no gubernamental.
Y tú, ¿has tenido alguna experiencia desagradable al tener que pasar por los controles de seguridad de los aeropuertos? ¿Esto te pone muy nervioso? Entonces es probable que también padezcas el síndrome del delincuente.