La tradición dicta que la mujer debe casarse de blanco. ¿De dónde viene esta costumbre? Es una tradición que viene desde hace siglos. El blanco universalmente ha significado pureza, inocencia y el candor que es propio de la novia, y en tiempos en los que el cristianismo era la ley, vestir de blanco significaba que la novia no tenía mácula (mancha), es decir, que nunca había estado con otro hombre que no fuera su futuro marido.
Estas tradiciones han ido menguando con el paso de los años y hoy es habitual ver vestidos de distintos colores, entre ellos el azul, por ejemplo. Sin embargo, muchas novias aún prefieren seguir con la tradición y quieren vestir totalmente de blanco, aunque, ¿qué pasaría si se pudiera vestir de blanco pero con una falda colorida?
Eso es lo que vamos a ver a continuación. Los vestidos que te vamos a presentar son blancos casi en su totalidad, salvo por un pequeño gran detalle que resalta bastante a la vista: las faldas tienen coloridos diseños (incluso hay uno que tiene un toque negro), como para romper con la monotonía del blanco y, de paso, romper con siglos de tradición.
Es probable que no a todas las novias ni a todos los novios les agraden, pero sin duda puede ser una buena opción para novias un poco más atrevidas y que quieran salirse de lo clásico. Chécalos, a ver qué opinas: