Aquellas personas que comúnmente calificamos como genios poseen características que superan al promedio de la gente, y no solamente me refiero a que tienen una inteligencia superdesarrollada, sino también a que son altamente creativas, ingeniosas y astutas.
Es precisamente la cualidad de su astucia lo que los hace poner atención a los pequeños detalles que para una persona común serían insignificantes y que por ello pasaría por alto. Y es que los genios son muy observadores.
La capacidad de ser observador es algo que le debemos aprender a los genios. No sólo ellos son los únicos afortunados que la poseen. Cualquier persona la puede desarrollar si se lo propone, es cosa de darse el tiempo de prestar mucha atención a los detalles.
El doctor Erick Hathaway, investigador de la Universidad de Chicago, es alguien a quien podríamos considerar un genio, y él nos recomienda lo siguiente:
“Que nunca pase un día sin que pongamos atención a lo que sucede a nuestro alrededor. Piensa, y observa: ¿qué está pasando en la dinámica de mi familia, de mi vecindario, de mi ciudad, de mi país, del mundo?”
Pero, sobre todo, Hathaway nos invita a observar una cuestión en particular sobre cualquier cosa que estemos analizando: “¿qué cosas cambian y qué cosas permanecen?” Sólo así, nos explica el doctor, lograremos entender cómo funciona el mundo.
“Cualquier evento que ocurre a un nivel micro o macro nos afecta en mayor o menor medida, dejando una huella en lo que llegaremos a ser y en cómo será el ambiente en el que nos desenvolveremos en un futuro”, dice Hathaway.
Así que, para que te vayas entrenando en tus hábitos de observación y atención a los detalles, aquí te dejamos 9 imágenes de las que sólo los genios pueden encontrar las diferencias. ¿Podrás tú?
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