Hay muchos factores que pueden influir para que pesques un resfriado. Entre ellos están los cambios de temperatura, el viento, el frío, el calor, el uso del aire acondicionado o del calentador. Pero, sobre todo, la llegada del invierno es una de las temporadas que, sin duda, traen más enfermedades respiratorias que el resto del año.
Lo mejor, desde luego, es la prevención, pero, ¿qué hacer cuando ya enfermamos? En ese caso, lo único que queremos en aliviar nuestros síntomas y recuperarnos lo más pronto posible para reintegrarnos a nuestras actividades cotidianas.
Siempre es importante acudir al médico, pero hay remedios que uno mismo puede preparar en casa para procurarse ese alivio que, en ocasiones, los medicamentos tardan en traernos, pues los efectos de estos no siempre son inmediatos.
El jengibre es una de esas plantas que llevan utilizándose en la medicina tradicional desde hace más de 4,000 años, y ya nuestros antepasados sabían que tenían enormes propiedades para aliviar un sinnúmero de síntomas y hasta curar varias enfermedades.
Se trata de una planta aromática que fue utilizada por primera vez por indios y chinos por sus propiedades curativas, por las cuales ha sido objeto de numerosos estudios científicos que han comprobado sus efectos benéficos para la salud.
Rodi Shankar, un especialista en medicina naturista de la India, recomienda preparar una infusión de jengibre con miel para combatir eficazmente ese resfriado que ataca en invierno.
La forma de prepararla es fácil. Sólo se hierve un litro y medio de agua y se vierten 50 gramos de jengibre fresco en la olla. Se deja hervir durante cinco minutos, se retira del fuego y se deja reposar por otros cinco minutos. Se endulza con miel y se toma el litro y medio a lo largo del día como agua común.
¡Notarás los resultados en poco tiempo!