Uno sabe que a la oficina solamente se viene a trabajar, ¿verdad? Ajá… este… sí, claro. No, ya, en serio, la verdad es que la vida en la oficina no sería tan atractiva si no existieran esos chismes que se dan tan frecuentemente y en los que muchas veces nos vemos involucrados.
El chisme de oficina es sabroso siempre y cuando uno no sea la víctima de él. Por eso siempre es bueno que, cuando alguien comience a chismear, tú te metas en la plática, así nadie se atreverá a hablar de ti delante de tuyo.
Estos son algunos chismes comunes que se suelen dar en oficina:
QUIÉN CON QUIÉN
Las aventurillas son comunes en la oficina, y muchas veces se esconden porque los jefes las prohíben. Esto hace que surjan rumores de quiénes están saliendo y a veces se forman las parejas menos pensadas.
CUÁNTO GANAN TODOS
Siempre es motivo de curiosidad saber cuánto ganan todos, desde tus compañeros hasta tus jefes. No te enteres de que el que hace lo mismo que tú gana más porque eso sí que te hace enfurecer.
CAMBIOS DENTRO DE LA OFICINA
Desde despidos injustificados o justificados hasta ascensos a quién quizá no lo merecía, todo eso es motivo del más caliente chisme.
VIDA PRIVADA
Siempre causa mucha curiosidad saber qué hacen en su vida privada tus compañeros y tus jefes de oficina. Con quiénes salen, si tienen alguna infección rara, si van al psicólogo, si tienen fantasías sexuales extrañas, etc.
EL FUTURO DE LA EMPRESA
Es algo que a todos preocupa, desde luego. A veces, claro, surgen rumores que resultan ser falsos, como aquel clásico de que algún ricachón chino va a comprar la empresa.
SAÑA
Este quizá es de los peores chismes, pues trata de inventar cosas malas sobre algún empleado para crearle mala reputación. Muchas veces suele acabar con su despido, lo cual es lamentable.
EL PESO
“¿Ya notaste que a fulanito ya no le quedan los pantalones?” “Como que a fulanita se le ve mucha lonja, ¿no creen?” Es típico este tipo de chisme. Lo peor es que, quien lo hace, es un gordo o gorda.