Es normal que, cuando nos estamos preparando para una entrevista de trabajo, sintamos un poco de nervios. Digo un poco, porque si lo que sientes es pánico, entonces tienes un problema serio y debe ser atendido inmediatamente por un especialista.
Pero si lo tuyo es mero nerviosismo, es más común de lo que crees. Tu cuerpo y tu mente se ponen en estado de alerta ante lo inesperado, porque posees expectativas altas acerca de esa oferta de trabajo que has estado esperando desde hace tiempo.
Aquí te tenemos algunos consejos para bajarle a la tensión:
VE A DAR UN PASEO
Antes de la entrevista, sal a dar una vuelta y despeja tu mente. Olvídate por un momento de la entrevista y concéntrate en caminar y observar lo que hay a tu alrededor. Al volver, enfócate en tu objetivo y ve por ello, campeón.
PREPARA DISTINTOS ESCENARIOS
Ten en cuenta que te van a preguntar cosas para las que quizás no estés preparado. Entonces, debes tener distintas alternativas qué responder. Prepara respuestas ingeniosas que se adapten para toda ocasión. De cualquier forma, confía en tu capacidad de improvisación.
PLANEA ALGO PARA DESPUÉS DE LA ENTREVISTA
Ten preparada una “recompensa”, sea cual fuere el resultado obtenido. Y si sientes nervios, concéntrate no ya en la entrevista sino en lo que te espera después de ella.
DATE A TI MISMO UNA PLÁTICA MOTIVACIONAL
No importa si no eres un experto coach de vida. Dite a ti mismo las palabras que salgan de tu inspiración para que te motives. “Sí puedo” y “Lo voy a lograr” son buenos ejemplos.
ESCUCHA UN PLAYLIST HECHO POR TI
El poder de la música para relajar es impresionante. No importa qué género sea, lo importante es que a ti te guste.
SIÉNTETE AFORTUNADO
Tienes una oportunidad, una entrevista que, no importa cuál sea el resultado, seguramente te acercará a tu objetivo de conseguir empleo y te dará experiencia al enfrentarte a empleadores. Así que agradécelo y siéntete afortunado.
PROCURA TENER BAJAS EXPECTATIVAS
Ve con la actitud de que te van a dar el trabajo, pero tómalo como si no tuvieras nada que perder. Considera en todo momento la posibilidad de que no lo obtendrás. Esto bajará las tensiones. Si te lo dan, bueno, si no, ni modo, al menos lo intentaste.