El conseguir nuestros sueños requieren de mucho esfuerzo, de todo nuestro empeño y muchísimo tiempo; y muchas veces, alcanzarlos pueden salirnos a un precio muy costoso. Un ejemplo es la historia de la pequeña modelo de 14 años de edad, que perdió la vida a causa del exceso de trabajo en Shanghái, China.
Su nombre es Vlada Dzyuba, originaria de Perm, Rusia. La chica había firmado un contrato con una agencia de modelos donde se le ofrecía trabajar únicamente tres horas al día. Pero cuando tuvo que viajar a China para participar en las pasarelas de la Semana de la Moda en Shanghái, no fue lo que esperaba.
De acuerdo con The Sun, Vlada murió por agotamiento, después de haber trabajado durante 13 horas desfilando. Recibía un sueldo de siete euros al día por su participación en la pasarela, contaba con hotel, comida y seguros, que habían sido previamente retirado de sus ganancias.
Se sabe que la chica tuvo un aumento de temperatura hasta que sufrió un desmayo que le provocaría caer en coma durante dos días. Se le pronostico meningitis crónica.
La madre de la joven, Oxaba Dzyuba, dijo que se encontraba muy preocupada por las grandes jornadas de trabajo. Intentaba ahorrar para poder ir a visitarla y asegurarse de que se encontrará bien. Hace poco salió a la luz que el contrató que había firmado la joven no especificaba que los gastos médicos serían cubiertos por la agencia.
La agencia de la que te estamos hablando, es llamada ESEE Model Management. Ésta ha intentado deslindarse de la responsabilidad que ha cargado en sus hombros después de la muerte de la niña. Para poder safarse del problema, aseguro que la muerte de la pequeña no fue por agotamiento, que según ellos, Vlada había sentido vértigos desde el 24 de octubre, por lo que había sido hospitalizada al siguiente día, falleciendo el 28.
Las autoridades rusas aseguraron que la joven había fallecido por una sepsis y una infección en el sistema nervioso, en Shanghái.
Los padres de la joven quieren luchar por hacer justicia a su hija y aseguran que la agencia solo quiere enriquecerse, sin importarles lo mucho que le exigen a sus empleados.